Rafael Dudamel se despidió este jueves del Atlético Bucaramanga, club al que condujo el título de la Liga en el semestre anterior y al que presentó renuncia por “motivos familiares”.

El técnico venezolano dio una rueda de prensa en el estadio Américo Montanini, en cuyas afueras una multitud de aficionados lo esperó para aclamarlo.

“Doy por terminado este ciclo deportivo para poder dedicarme a alcanzar el título y el trofeo el sueño más anhelado, que es disfrutar a mi familia”, afirmó, quien estuvo acompañado del presidente del Bucaramanga, Óscar Álvarez.

Dudamel reiteró que la única razón por la cual dejaba al Bucaramanga era porque quería estar más cerca de su esposa y de sus tres hijos.

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“Hoy me voy con el corazón cargado de muchas emociones y satisfacciones profesionales, pero hay un lado de mi corazón, de mi vida de mi alma, que están requiriendo de ese afecto y amor familiar, que está necesitando a papá y al esposo en casa”.

Agradeció a sus jugadores por el título alcanzado en la final contra Santa Fe y dijo que ese logro fue posible porque “ha habido una familia y un equipo integrado por maravillosos futbolistas, pero, sobre todo, por unos seres humanos increíbles”.

“Ha sido un ciclo fantástico, inolvidable, desde ya quiero decirles a la hinchada leoparda, a toda la ciudad y a todo Santander, gracias, ya les extraño, han sido exactamente 12 meses donde hemos trabajado con mucha dedicación e ilusión desde el primer día”.

Al salir del estadio Américo Montanini también le dedicó unas palabras a los hinchas que lo aguardaban. 

“He sido feliz cada día en el Atlético Bucaramanga, ha sido una etapa profesional en mi vida maravillosa, cada noche que jugamos acá, ustedes la hicieron inolvidable. Dios permita que algún día nos volvamos a encontrar y siempre voy a estar alentando e hinchando por el Bucaramanga”.